martes, 7 de octubre de 2008

Método Histórico-Estructural

Generalmente se entiende por método un conjunto de principios, presupuestos y patrones básicos de razonamiento, mediante los cuales los científicos sociales intentan ligar la teoría, los conceptos y los datos de la experiencia. Es decir que para investigar situaciones o temas concretos se escoge, se crea o emplea un marco metodológico determinado porque resulta particularmente útil para la práctica concreta de toda investigación en la medida que el mismo permite generar preguntas e hipótesis sobre algún fenómeno o problema específico que se pretenda estudiar o analizar, así como la contrastación, verificación o respuesta de tales preguntas o hipótesis realizadas.[1]

Existen varios modelos o modos de estructurar la realidad social, como lo plantea Jean Piaget (1976:72), quien establece 3 formas de estructuración de la realidad, siendo una de ellas aquella donde se hace referencia a la ‘totalidad relacional’, en la cual se considera a la sociedad como un sistema de interacciones, oposiciones, equilibrios/desequilibrios y superaciones, que desde el principio introducen determinaciones a los elementos individuales y que, por otra parte, explican las variaciones o mutaciones del todo.[2]

Es precisamente dentro de este planteamiento que surge la metodología histórico-estructural, dentro de la investigación latinoamericana, en la medida que se piensa en el papel histórico de los sujetos individuales, quienes a su vez forman parte de jerarquías sistémicas que forman parte de procesos amplios de estructuración/desestructuración/reestructuración históricas. Es decir que se plantea una jerarquía de concepciones complejas de la materia histórico-social.[3]

El análisis histórico-estructural es una aproximación dialéctica al estudio de la sociedad. Metodológicamente este tipo de análisis caracteriza a toda una tradición de investigación que tuvo un gran momento dentro de los años sesenta en América Latina y aún hoy es una fuente rica de generación de preguntas, hipótesis, o bien puede ser una guía para la acción social.

El análisis histórico-estructural latinoamericano fue precisamente la base metodológica del ‘enfoque de la dependencia’, utilizada por Fernando Henrique Cardoso, así como por otros científicos sociales latinoamericanos ligados a la Teoría de la Dependencia que emerge en la CEPAL, como una respuesta a los planteamientos de la llamada Teoría de la Modernización.

Este enfoque de la dependencia también ha sido alimentado por corrientes y analistas tan influyentes como Immanuel Wallerstein o Samir Amin en todos los continentes. Este enfoque surge con la intención de estudiar los procesos de desarrollo capitalista y el cambio social, el cual se alimenta de la dialéctica marxista pero no de una forma dogmática, sino de aquella dialéctica entendida como fuente metodológica para hacer preguntas sobre un mundo complejo y cambiante, la cual ha generado diversos enfoques, entre los que se encuentra el Método Histórico-Estructural.

El análisis histórico-estructural hace referencia a la existencia de una estructura que condiciona la historia, la cual no puede ser interpretada como el juego de intenciones y resultados a nivel de conciencia. Esto quiere decir por ejemplo que en el análisis de la sociedad se debe poder identificar esa estructura y la materia histórico-social como una interacción dialéctica, conocer los arreglos estructurales que establecen límites y ejercen presiones sobre las acciones de las personas. [4]

De esta manera se pueden identificar ciertas lógicas que pueden orientar o no las opciones del desarrollo histórico de las sociedades, por lo que no se deben considerar a las estructuras como estáticas sino como cambiantes, ya que estas son producto de las acciones colectivas del hombre, además debemos tomar en cuenta la manera en que se incorpora el elemento histórico, tomando en cuenta que la historia no es estática sino que se mantiene en constante cambio.

En conclusión este enfoque considera que las estructuras pueden ser transformadas y que de hecho son transformadas constantemente por los movimientos sociales. Es por ello que la aproximación de este método es a la vez estructural e histórica ya que se le da importancia no sólo al condicionamiento estructural de la sociedad, sino también a la transformación histórica de las estructuras por el conflicto, los movimientos sociales y las luchas de clases. Podemos decir entonces que a pesar del determinismo estructural de este tipo de análisis, existe sin embargo, campo para las alternativas de la historia. De ahí el nombre del método: Histórico-Estructural.



[1] Sánchez Ruiz, Enrique E. Apuntes sobre una Metodología Histórico-Estructural

[2] Ibíd.

[3] Ibíd.

[4] Ibíd.

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